Desde sus inicios con canciones tan adictivas como Mehacedaño, GOOFY o ROC3, Tristán Rodríguez se ha convertido en uno de los talentos compositivos más atractivos de la escena actual. Una carrera todavía breve pero de lo más interesante, hilvanada con paso firme al amparo de esa familia musical llamada rusia-idk que tantas alegrías está dando a nuestro país, de Rusowsky a Ralphie Choo. Sus últimas filigranas pop, el inspirado Music EP producido por Roy Borland o beldades como Life Is A Movie, nos revelan a un artista insólitamente maduro para su edad.